Como muchos ya sabréis el pasado jueves se inauguró en la capital de Galicia, el IV ENCUENTRO EFPA DE ASESORES FINANCIEROS.
Daniel Lacalle protagonizó junto a Rafael Rubio un intenso debate , Europa en la encrucijada: retos y oportunidades.
Durante dos días tuve el placer no sólo de formar parte de la organización de este evento, que por primera vez tuvo lugar en nuestra comunidad autónoma, sino también de compartir mesa con grandes ponentes y haber presenciado intensos debates, todo ello rodeado de cientos de amigos, clientes y profesionales del sector que hicieron de esta una experiencia irrepetible.
Para esta edición y bajo el título de EL CAMINO DEL ASESORAMIENTO FINANCIERO DEL FUTURO EFPA reunió ponentes de reconocido prestigio que debatieron sobre la reforma fiscal, las exigencias de la MiFID II y sobre estrategias de inversión, el sistema público de pensiones o el futuro de Europa, entre otros.
Además en el programa se han incluido talleres para profesionales del sector sobre “Cómo hacer un buen uso de las redes sociales”, “Educación Financiera”, “Coaching para Asesores Financieros” y “Trucos para redactar informes y notas”.
En cuánto al análisis que de manera habitual os ofrezco cada lunes sobre los mercados, os diré que sigue de actualidad la entrada de la semana pasada, yaque nos mantenemos en un entorno donde la incertidumbre sobre la evolución económica de la Eurozona podría seguir pesando a corto plazo, manteniendo la idea de que las recientes caídas suponen una oportunidad para ir realizando compras de forma escalonada.
Hoy en día todo el mundo necesita disponer y poder acudir a un asesor financiero personal cualificado, aquella persona de confianza, clave en la vida diaria de cada uno que te aconsejará dónde invertir tu patrimonio y te guiará durante toda tu vida atendiendo a las diferentes necesidades financieras a lo largo de esta.
Dositeo Amoedo
Los puntos de vista y las opiniones expresadas de forma totalmente gratuita en este blog/web son personales y no corresponden necesariamente ni a las de la empresa con la que colaboro o he colaborado, ni a las de las personas con las que colaboro ni a las de mis colegas de profesión. En ningún caso constituyen un asesoramiento.
