La grave situación epidemiológica en la que estamos inmersos (son ya casi dos años) deja en un segundo plano hechos que conviene tener presente. El tiempo va diluyendo en nuestra memoria determinadas noticias y sucesos que nunca deberían haberse producido. Concretamente y para ponerle nombre en diciembre de 2021 se han cumplido quince años de la quiebra de Forum Filatélico y Afinsa.
Forum Filatélico y Afinsa eran unas empresa, no registradas ni supervisadas por ningún organismo oficial de control, que captaban el ahorro de las personas y familias. Con esas cantidades estas dos sociedades invertían en sellos y numismática a favor de sus clientes. Los más mayores recordarán este triste episodio que llevó a la ruina a muchas familias.
En diciembre del año pasado se emitió el informe realizados por los administradores concursales de Forum Filatélica. El informe pone de manifiesto que esta empresa tenía prácticamente 300.000 acreedores, la mayor parte de ellos eran los clientes que en su momento adquirieron los sellos que la empresa les vendía. De aquellos antiguos clientes, al menos 15.000 han fallecido en el transcurso de tiempo que ha pasado entre la intervención de la empresa y su cierre definitivo. La administración concursal solo ha podido atender el pago del 23,5% de los créditos reconocidos como acreedores ordinarios (272.690 acreedores ordinarios, los compradores de los sellos).
¿Qué paso para que esto sucediera? ¿Dónde se fallo? ¿Cómo puedo haberse producido? Son preguntas recurrentes que todo el mundo hacemos y se repiten en nuestra cabeza. Es difícil responder, sin embargo, hay una clave que puede aportar luz y sobre todo hacernos recapacitar: ambas entidades no estaban reguladas controladas ni supervisados por ningún organismo. Muchos son los que ven en esta carencia que la estafa creciera, creciera y creciera hasta explotar, con las consecuencias que ello ha tenido.
Se puede pensar que este tipo de desagradables sucesos pasa solo a personas con un bajo nivel de conocimientos financieros o muy confiados. Sin embargo la idea anterior no es correcta, como vamos a ver con el siguiente caso, la figura de Josep Borrell no necesita presentación. En noviembre del año 2016 Borrell denunció ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Policía Nacional que había sido víctima de una estafa en internet por un importe de 150.000 euros. Josep Borrell, persona que ha ocupado y ocupa puestos de máxima responsabilidad, declaró en su momento a la prensa: “Probablemente, no tomé las precauciones necesarias, es evidente. Ahora ya sé que antes de trabajar con una empresa de brókeres tienes que verificar que esté dada de alta en la CNMV, mirar si están vigilados o no. Pero bueno, tenía una apariencia tan absolutamente normal, con Northwestern Bank y Commerzbank (…) Crees que no es una cosa peligrosa”. Es muy importante la contestación que recibió de la Policía Nacional “me dijeron que no podía imaginarme la cantidad de gente a la que le pasaban estas cosas. Por desgracia, son cosas que ocurren”
De estos dos ejemplos conviene sacar conclusiones: la primera es que debemos siempre tener constancia de que la entidad con la que trabajamos y los productos que comercializa deben estar registrado, supervisados y autorizados por los diferentes entes supervisores y reguladores, la segunda es que nunca debemos fiarnos y descuidarnos.
En España tenemos tres organismos que se encargan de la supervisión, Banco de España (BdE), Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP). Veamos las atribuciones que tienen cada una de ellas.
- Banco de España(1): entre muchas de sus funciones, de cara a este artículo, señalar que se encuentra:
- Promover el buen funcionamiento y la estabilidad del sistema financiero y, sin perjuicio de las funciones del BCE, de los sistemas de pago nacionales. En este contexto, se enmarcan las operaciones de provisión urgente de liquidez a las entidades.
- Supervisar la solvencia y el cumplimiento de la normativa específica de las entidades de crédito, otras entidades y mercados financieros cuya supervisión se le ha atribuido.
- Comisión Nacional del Mercado de Valores(2) señala en su página web:
- El objetivo de la CNMV es velar por la transparencia de los mercados de valores españoles y la correcta formación de precios, así como la protección de los inversores. La CNMV, en el ejercicio de sus competencias, recibe un importante volumen de información de y sobre los intervinientes en los mercados, gran parte de la cual está contenida en sus Registros Oficiales y tiene carácter público.
- La acción de la Comisión se proyecta principalmente sobre las sociedades que emiten u ofrecen valores para ser colocados de forma pública, sobre los mercados secundarios de valores, y sobre las empresas que prestan servicios de inversión y las instituciones de inversión colectiva. Sobre estas últimas, así como sobre los mercados secundarios de valores, la CNMV ejerce una supervisión prudencial, que garantiza la seguridad de sus transacciones y la solvencia del sistema.
- Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones(3), organismo dependiente del Ministerio de Economía tiene asignada una gran variedad de funciones, entre ellas regulación y supervisión, relativas al mundo asegurador y de los Planes y Fondos de Pensiones.
Como queda plasmado en los anteriores ejemplo hay que tener muy en cuenta si la entidad con la que operamos y los productos o posibilidades de inversión que nos ofrecen se encuentran convenientemente reglamentados, registrados y supervisados por alguna de los anteriores organismos.
Miguel A. Bernal Alonso