Educación Financiera: ¿por qué es tan importante que las mujeres se ocupen de sus finanzas?
Aún hay mucho por hacer en este ámbito. Las mujeres tenemos que cuidar de nuestras finanzas. Nuestra vida laboral es más corta y los salarios inferiores, al menos de momento, aunque nos estamos moviendo para que eso cambie. Nuestra esperanza de vida ha aumentado y las pensiones tienden a disminuir.¡Vaya panorama!
Uno de los errores más comunes en el ámbito de la mujer y las finanzas es delegar las decisiones financieras en terceras personas, como el padre, el hermano, y aun peor la pareja. La vida en común no se limita exclusivamente a una relación sentimental, es importante elaborar una estrategia financiera para el logro de los sueños comunes sin comprometer los sueños individuales. Y no podemos obviar que con educación financiera y la ayuda de expertos planificadores financieros esos sueños estarán más cerca y serán más fáciles de lograr.
El divorcio provoca un elevado número de mujeres solas con hijos y solo en el primer año de divorcio la calidad de vida de la mujer empeora un 30%. Es por ello, por lo que la educación financiera y la planificación financiera cobran aún más importancia. Además, no se puede obviar que las mujeres somos buenas planificando pero, ¿por qué se dedica tan poca atención a la planificación de las finanzas personales o familiares?
Las mujeres españolas mantienen el 70% de su ahorro en efectivo. Una de las cosas que se enseña en educación financiera es que no solo se trata de acumular más dinero, de controlar los ingresos y los gastos, sino que hay que reflexionar cuáles son nuestras necesidades, nuestros objetivos vitales y sobre cuál es la estrategia financiera más adecuada para conseguirlos.
Según el resultado de una encuesta de Efpa, las mujeres tienen como prioridad asegurar la educación de los hijos. Para ofrecer una formación de calidad se necesitan alrededor de 85.000 € en la educación pública y unos 201.783€ en la educación privada. Cuando llega este problema, o mejor dicho esta oportunidad, porque todos los padres quieren lo mejor para sus hijos, lo sufrimos, nos endeudamos, bajamos la calidad de vida porque el ahorro no da para todo; por lo que a menos que lo planifiquemos con tiempo, no lo disfrutaremos como tendría que ser.
Os aseguro que con la dosis justa de educación financiera y planificando nuestras finanzas se alcanzan metas impensables previamente.
En conclusión, tenemos que ahorrar y gestionar nuestro dinero con una visión a largo plazo y buscar asesoramiento experto. Y como siempre digo a mis amigas: ¡pon un planificador financiero en tu vida!
Caterina Ruzza, responsable proyecto Educación Financiera